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En el valle alto del Rio Lozoya, cerca de la localidad de Pinilla del Valle (en Madrid) se esconde un tesoro arqueológico que pocos conocen. Un conjunto de siete yacimientos con restos cársticos que datan entre 300.000 y 40.000 años antes de la actualidad. Un testamento de los diferentes animales y plantas que vivieron en este valle en el Pleistoceno con restos valiosísimos de las actividades que realizaban y los lugares que elegían para vivir. Los responsables de esta concentración de restos son dos: el hombre de Neandertal y la hiena manchada, dos habitantes del valle que hicieron de esta zona su hogar dejando atrás todo tipo de restos que lo demuestran y dando lugar a lo que hoy se conoce como Parque Arqueológico de los Neandertales.
El yacimiento cuenta con un servicio de visitas guiadas (escolares y particulares) con el que puedes descubrir todo sobre la vida en Pleistoceno. El recorrido, guiado por miembros del equipo de excavación del yacimiento, puede ser una ocasión perfecta para aprender en familia sobre cómo era la vida del hombre Neandertal y cómo era el ecosistema en el Valle del Lozoya.
El parque está abierto al público del 10 de julio al 15 de agosto, y del 15 de septiembre al 31 de diciembre, de lunes a viernes y de 9 de la mañana a 6 de la tarde. Una visita educativa que solo cuesta entre 1 y 2 euros, y con entrada gratuita para menores de 7 años.
Todo esto es posible gracias al proyecto que se inició en 2002 gracias al apoyo institucional y privado. El proyecto lleva por nombre “El valle de los Neandertales” y es el responsable del descubrimiento de nuevos yacimientos (El abrigo Navalmaíllo, la Cueva de la Buena Pinta y la Cueva Des-Cubierta) que hacen de esta zona del valle una tan especial. El principal objetivo es estudiar los yacimientos, pero sobre todo difundir los descubrimientos realizados a la sociedad.
La visita, para la que se requiere reserva previa en la web https://reservas.elvalledelosneandertales.com/, supone un recorrido total de cuatro kilómetros. La ruta sale de Pinilla del Valle bordeando el embalse. Una vez en el Calvero de la Higuera, comienza el recorrido guiado por los yacimientos -Cueva del camino, Cueva Des-cubierta, Cueva de la buena pinta y Abrigo de Navalmaíllo-, a cargo de miembros del equipo de investigación del proyecto, que muestran al público cómo era la forma de vida.
Si eres un apasionado de la arqueología, paleontología y geología,y además tienes hijos en edad escolar, te recomendamos que no te pierdas esta experiencia educativa, que además es una excusa perfecta para pasar un buen día.