La Hiruela

La Hiruela no es un lugar cualquiera, es un pueblo singular ubicado en el enclave privilegiado de la Sierra del Rincón, que con tan sólo 74 habitantes tiene mucho más que ofrecer al visitante de lo que este mismo imagina. La armonía arquitectónica que desprende la belleza de sus casas de piedra, adobe y madera roble, que apenas han sido modificadas desde su construcción,  es completada por algunas construcciones de pizarra y por la cantidad de visitas que se pueden realizar, convirtiendo a La Hiruela en el lugar perfecto para desconectar de las prisas de la gran ciudad. Si hay algo que es de especial interés en este pueblo (uno de los pueblos por cierto con mayor encanto de la Comunidad de Madrid) ese es El Molino Harinero, construcción rehabilitada del siglo XVIII. 

Patones de Arriba

Patones de Arriba es uno de los pueblos más bonitos de Madrid y es perfecto para un día de escapada. Gracias a su atractivo arquitectónico fue declarado Bien de Interés Cultural en 1999. A partir de ese momento, el turismo empezó a crecer de forma rápida y son muchos los que lo visitan cada año. Su famosa arquitectura de pizarra negra y sus callejuelas de cuento nos dejan un paisaje singular que merece la pena visitar. La historia de Patones de Arriba se remonta a la época prerromana y en él destacan sus construcciones de adobe, teja árabe y piedra. Sus antiguas calles y estructuras nos trasladan a tiempos pasados y gracias a su encanto se ha convertido en uno de los pueblos más turísticos de la Sierra Norte de Madrid, a unos 70 kilómetros de la capital.

Acércate hasta este idílico pueblo para pasear entre sus callejuelas. Las fachadas de las casas están embellecidas con plantas, flores y enredaderas. En la parte alta del pueblo encontrarás los tinados, recintos de piedra usados antiguamente como corrales para guardar el ganado. Para llegar hasta el famoso puente de piedra debes ir por las calles Flora y Extramuros. La calle Flora te mostrará una vista del increíble arroyo y del puente de piedra, y la calle Extramuros, pegada al arroyo, te conducirá hasta el puente, el lavadero y la fuente de piedra. El antiguo lavadero está en buen estado y recibe el agua de la fuente a través de un canal, consta de dos partes separadas: una usada para lavar y la otra para aclarar. Por otro lado, la fuente se construyó hace más de un siglo y sirvió durante años para abastecer de agua a todo Patones.

Chinchón

El pueblo de Chinchón se sitúa al sur de la Comunidad de Madrid. Es famoso por su Plaza Mayor soportalada, declarada la 4º maravilla material de la Comunidad de Madrid, su casco urbano cuenta con varias joyas que no te puedes perder. Entre ellas, la Iglesia Ntra. Sra. De la Asunción, que se alza sobre la misma plaza y que alberga un cuadro del pintor Francisco de Goya; el Teatro “Lope de Vega” o el Castillo de los Condes.

Tras visitar la Plaza Mayor y la Iglesia, nuestros pasos nos llevan a la Torre del Reloj, que formaba parte de la antigua Iglesia de Nuestra Señora de Gracia, devastada durante la Guerra de la Independencia y que nunca se restauró. Tras admirar las vistas, seguimos a través de la empinada calle de las dos columnas, llamadas "columnas de los franceses", llegamos al gran muro de la Torre hasta la Plazuela de Palacio en cuyo emplazamiento se encuentra actualmente el Teatro Lope de Vega.

El castillo de Chinchón se encuentra al sur del casco urbano de Chinchón y es una de las dos fortalezas del municipio, junto con el castillo de Casasola. Tras admirar el castillo por fuera, descendemos por la calle del Convento y llegamos a una de las casas con más historia de Chinchón: La Casa de la Cadena. Además de deleitaros con el paseo por sus preciosas callejuelas, una vez finalizada la jornada de turismo os recomendamos comer en uno de sus tradicionales restaurantes y haceros con algunos de sus productos típicos, como el anís, el aceite, el ajo y el vino. 

Colmenar de Oreja

Colmenar de Oreja se sitúa al sur de la Comunidad de Madrid, en la Comarca de las Vegas y linda al sur con el río Tajo. Famosa por su roca caliza que sirvió para construir famosos monumentos como los palacios reales de Madrid y Aranjuez o la fuente de Cibeles; Colmenar de Oreja tiene mucho más que ofrecer al visitante. Además de admirar su llamativa plaza porticada que se asienta sobre un colosal túnel de piedra, se podrá seguir el discurrir del tajo que pasa bajo el puente de Villarrubia, donde el río actúa como frontera natural entre la Comunidad de Madrid y la Comunidad de Castilla-La Mancha. Podrás descubrir lugares tan increíbles como el Azud de Aldehuela, donde se ha construido un área recreativa para conocer el monumento etnográfico del Azud. También hay numerosas rutas preciosas para explorar a través de la naturaleza autóctona del pueblo. También cabe destacar, aunque no se encuentran en el propio pueblo, las ruinas del Castillo de Oreja, una fortaleza de origen prerromano cuyos restos se hallan a unos kilómetros de la localidad, en la provincia de Toledo.

Rascafría

Rascafría es un bonito pueblo de la sierra que se sitúa en pleno valle del río Lozoya. Su buena localización hace que sirva de punto de partida para muchas rutas y excursiones por la Sierra de Guadarrama dentro de la Comunidad de Madrid. Una de ellas es la ruta hacia la Presa del arroyo de Artiñuelo a 2 kilómetros de Rascafría. Una ruta perfecta para recorrer en familia y con niños durante cualquier época del año. Una recomendación es realizarla en otoño, debido al extenso bosque y los bonitos colores que desprenden las hojas de los árboles en esta época: tonos amarillos, rojizos y marrones que harán que disfrutes del camino.

En primavera y verano, la frescura del río y las sombras de los árboles amenizarán el recorrido. En invierno, con un precioso paisaje nevado, esta ruta también puede ser una excelente elección. Aunque Rascafría tiene mucha magia que ofrecer, ya que tiene elementos tan característicos como: el Real Monasterio de Santa María de El Paular; su famoso Bosque Finlandés, un bosque idílico y perfecto para visitar, disfrutar de su magia y sacar fotos; su famosa presa, la Presa de Artiñuelo, donde también podrás realizar senderismo; y por último, pero no menos importante, su Isla, un área recreativa ubicada en mitad de la naturaleza y que es realmente interesante de visitar. 

Buitrago de Lozoya

Buitrago es un municipio que se alza en el Valle Medio del Lozoya, sobre un territorio rodeado por el río que le da nombre, el río Lozoya. Buitrago es el único pueblo de la Comunidad de Madrid que mantiene íntegro su antiguo recinto amurallado, eso lo convierte en uno de los pueblos más especiales de Madrid. Su barrera natural, su castillo y la muralla que rodea el casco antiguo le otorgan un aire medieval que conseguirá atrapar a cualquier turista desde el primer momento. El paisaje de la zona es uno de los más impresionantes de la Comunidad de Madrid y la sierra madrileña, rodeado de bosques de pinos y zonas de monte con bosques de robles, encinas y hayas, junto a las aguas del río Lozoya. Sin duda, Buitrago de Lozoya es uno de los municipios más visitados y preferidos para salir de excusión a la sierra de la capital, un lugar perfecto para hacer turismo, conocer sus obras arquitectónicas, el alcázar, su impresionante muralla y los magníficos paisajes que ofrece el río que lo acompaña.

Puebla de la Sierra

Con apenas 66 habitantes, Puebla de la Sierra es un pueblo idílico que merece la pena visitar. En plena sierra del Rincón, declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, el pueblo en sí mismo y sus alrededores, tienen mucho que ofrecer al visitante. Si hay algo que no te puedes perder en tu visita a Puebla de la Sierra es ‘El Valle de los Sueños’, un parque escultórico al aire libre que saca el arte de las ciudades y los museos para el disfrute de todos los visitantes, en un entorno rural de excepcional belleza. En el ‘Valle de los Sueños’ encontraréis también el Museo de Dibujo y Obra Gráfica, que expone obras de Eduardo Chillida, Pablo Picasso o Antonio López entre otros. También cuenta con obras de arte contemporáneo japonés gracias al acuerdo con una asociación cultural del país asiático. Otros puntos de interés a visitar en Puebla de la Sierra son su lavadero público cubierto.

Talamanca de Jarama

Sobre el valle del Jarama, a 50 kilómetros de la capital, se encuentra la localidad con mayor valor arquitectónico del noroeste madrileño: Talamanca del Jarama. Talamanca del Jarama es un municipio madrileño famoso por su impresionante patrimonio histórico-artístico. En su casco antiguo aún se conservan vestigios de la época románica y mudéjar, en la que el pueblo era considerado un enclave privilegiado para las luchas entre cristianos y árabes. La ciudad en la actualidad tiene 4.000 habitantes y ofrece a todos los turistas numerosos monumentos y rutas de senderismo que conservan el aspecto que tenían originalmente. Talamanca del Jarama también es considerada la capital cinematográfica de la zona. Sus espectaculares edificios han aparecido en más de 130 películas españolas y estadounidenses y en series muy reconocidas como Águila Roja o El Ministerio del Tiempo. El municipio cuenta con tres monumentos catalogados como Bien de Interés Cultural que no puedes dudar en visitar si decides pasar un día de excursión. Estos son la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista de finales del siglo XII, la Cartuja, un edificio de arquitectura agropecuaria usado en el siglo XVII como despensa por los monjes del Paular, y el impresionante Puente Romano famoso por situarse sobre el antiguo camino romano de Francia.

Brunete

Muchos siglos de historia atesoran la vida de Brunete, un municipio singular y único en la Comunidad de Madrid, donde descubrir tradiciones y curiosos elementos arquitectónicos en su casco histórico, reconstruido en los años 40, tras la Batalla de Brunete, por la Dirección General de Regiones Devastadas del régimen franquista, y que atesora rincones únicos. Entre ellos figura su Plaza Mayor, una de las tres únicas de estilo herreriano que existen en España y que está porticada y cuenta con aproximadamente sesenta pilares. La distribución de los edificios dentro de la plaza revela un marcado simbolismo.

En las proximidades del casco se pueden observar diferentes fortines utilizados antes y después de la Batalla de Brunete. Otros edificios que podemos destacar son: El Matadero del Paseo de Ronda, la Casa Jornalero en la calle Fe, la Casa del Labrador en la calle Mártires y el Granero de la Calle Amarguror Gracias a su ubicación, a unos 30 km de distancia de la capital, Brunete está enclavado en un espectacular entorno natural paisajístico .Desde él parten numerosas rutas de senderismo y cicloturismo que te conducirán por bellos paisajes hasta el Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama o hacia la Zona de Especial Protección de Aves que inicia su recorrido en nuestra comarca. Si te interesa el turismo bélico, en Brunete podrás descubrir catorce fortines bien conservados, realizados en piedra, hierro y hormigón, comunicados por pasadizos subterráneos y trinchera, que se hallan diseminados a lo largo de la población.

Perales de Tajuña

En Perales de Tajuña, un municipio a unos 40 kilómetros de la capital, que pertenece a la comarca de Las Vegas, se encuentra una de las huellas arqueológicas más interesantes de toda la Comunidad de Madrid, lo que lo convierte en uno de los favoritos como pueblo mágico de la comunidad. El Risco de las Cuevas es un yacimiento formado por 50 cuevas, una formación natural que ha sido modificada por el ser humano. Las cuevas protohistóricas de Risco de las Cuevas están situadas en el valle del río Tajuña y son consideradas Monumento Nacional. En 1931 fue declarado Conjunto Histórico Artístico y actualmente está registrado como Bienes de Interés Cultural de la Comunidad de Madrid. El Risco de las cuevas se encuentra a las afueras del casco urbano de Perales de Tajuña. Justo junto al viaducto de la Autovía del Este encontraréis esta gran pared de roca sedimentaria. ¡Es impresionante! Recibe el nombre de Risco de las cuevas por estar formada por 50 cavidades de distintos tamaños creadas por el ser humano e intercomunicadas por diferentes niveles. Su cercanía a Tajuña y su aprovechamiento del territorio como tierras de cultivo consiguieron que durante el siglo pasado estas cuevas fueran utilizadas por algunos madrileños como almacenes o residencias.