El grupo de Facebook
Vuelta al cole: familias que buscan soluciones en época de Pandemia,
creado/ administrado por Vanessa Porras, está respaldado por un numeroso grupo de familias, que
a título personal y sin ningún tipo interés laboral de por medio, buscan una solución. Además de ser activos en RRSS han hecho llegar sus quejas al Defensor de Menor en un manifiesto, en el que exponen su sorpresa ante la vuelta de los niños al colegio con una ratio, que parte de un número muy superior (20 en el mejor de los casos) al que ya se recomienda para reuniones particulares (10).
Por ello, solicitan a la Administración que: “no se limiten a aplicar una medida tan básica como abrir ventanas o aplicar gel hidroalcohólico”, sino, a buscar soluciones reales que garanticen que los niños puedan mantener esa distancia social de 1.5 metros, que se recomienda continuamente, y asegurar así, que no se producirá esa transmisión área del virus por aerosoles; confirmada ya por la OMS.
Junto a su manifiesto, adjuntan además un documento de la AEPED (Asociación Española de Pediatría)
con todas las recomendaciones elaboradas por pediatras para una vuelta al cole segura
y
una investigación, realizada por la Universidad de Granada, en la que se advierte de que una ratio de 20 niños conlleva un total de 800 contactos;
algo que se aleja mucho de lo que se pretende llamar “grupo burbuja”. Ante esto, que imposibilita la impartición de unas clases seguras, la plataforma solicita a las administraciones flexibilidad educativa, para que las familias pueden optar por la educación que deseen (presencial u online) mediante la libre elección.
Estas madres preguntan también a la Administración si los centros educativos realizarán PCR cada vez que un niño tenga síntomas como tos, fiebre etc, (comunes a otras infecciones respiratorias, como la gripe)
o cuál será su procedimiento.
Y advierten, que si en estos casos, como es lógico, se enviara a casa a estos niños por prevención (o se les confinara) sería peor el remedio que la enfermedad…
Es fácil deducir que los niñ@s pasarán, igualmente, más tiempo en casa que en el colegio.
Rafael Budó,
jurista andaluz, con una larga trayectoria profesional, trabajando POR y PARA los niños, acabando entre otras cosas con el acoso escolar,
pide a los padres que exijan a las administraciones que los centros educativos cumplan con las mismas medidas de prevención que lo hacen el resto de organismos públicos.
Esto pasa por medidas como las que ya se están aplicando en estos organismos para los funcionarios, tales como, instalación de mamparas entre puestos para mantener la distancia de 1. 5 m. con el compañero, señalización , etc.
Como madre y directora de este periódico, me gustaría solicitar a las diferentes administraciones que escuchen a la comunidad educativa
y admitan las propuestas y sugerencias de todos estos grupos para avanzar juntos hacia una solución.
Que empiecen a llamar a todos esos alumnos de últimos cursos de Magisterio, ávidos por tener su primer contacto con el mundo escolar, que pueden ayudar a bajar las ratios; que no descarten ninguna posibilidad, entre ellas la de adaptar espacios públicos al aire libre
como parques, centros deportivos etc (medida ya aplicada con éxitos en países como Dinamarca) mientras dure el buen tiempo. Y que cuando llegue el mal tiempo, se usen esos mismos espacios cerrados, como auditorios etc, que permitirán a los alumnos mantener mayor distancia de seguridad.
Deseo de corazón que no se dejen llevar por las presiones de grandes empresarios, que, entiendan que si obligan a los padres a llevar a sus hijos “a la guerra” muchos decidan/decidamos no hacerlo y nos permitan la libre elección.
Que no olviden que el Art. 154 habla de la obligación de los padres de velar por la educación de sus hijos, pero el Art. 9 del Real Decreto 1543/1988, del 28 de octubre, sobre derechos y deberes de los alumnos dice: "Todos los alumnos tienen, asimismo, derecho a que su actividad académica se desarrolle en las debidas condiciones de seguridad e higiene."
Recuerden Señores, que si tenemos que establecer un orden jerárquico de prioridades, la salud está por encima de todos lo demás. Sin SALUD no hay educación, ni futuro, no hay VIDA.
Sean coherentes y demuestren a la comunidad educativa que el que un padre elija no llevar a su hijo al colegio para velar por su seguridad, no es absentismo, es protección en estado puro, es, como padres, elegir entre la vida o la muerte. La suya, la nuestra y la de nuestros seres queridos.
Es la vida de nuestros hijos,
esos que dan sentido a todo, esos que han resistido un confinamiento en casa, que respetan más que cualquier adulto cada norma que ustedes dictan, que no se quitan la mascarilla ni con 40 grados y que van a la piscina de la urbanización a horas intempestivas, para no cruzarse con esos amigos, a los que llevan meses sin abrazar. Todos los padres que hemos enseñado a nuestros hijos esas normas y, ellos que las han cumplido, se merecen una educación segura (de forma presencial aplicando todas las medidas propuestas) o de forma online.
Respeten a la infancia y a la juventud. Son el FUTURO que les salvará de la próxima pandemia.