PLAYAS RECÓNDITAS

Uno de los municipios que cuenta con un gran número de playas para disfrutar con los peques es Marín. Su conjunto de playas ofrece magníficas vistas de las Rías Baixas de Galicia. Además, en Marín podrás disfrutar de su excelente gastronomía y de unos días de vacaciones en familia en algunas de sus playas como la de Portocelo, Mogor o Aguete.

Nuestro recorrido empieza en la playa de Portocel: arena fina, zona de rocas, parque biosaludable para los mayores, merendero y zona de restauración, es además una de las pocas playas libres de humos que tenemos en Galicia.

Otra de las playas destacadas de Marín es la playa de Mogor, una playa de ría y con buenas vistas. Es una playa de arena fina, con aguas tranquilas y muy limpias. Destaca por ser una de las playas que tiene el agua más cálida de lo normal.

La playa de Aguete es una playa muy extensa de arena blanca. Su forma se asemeja a la de una media concha y está ubicada en una zona semiurbana. Es perfecta para ir con niños en verano y ha sido premiada con el premio de Bandera Azul.

Otro municipio de Galicia donde encontramos playas de ensueño es la Isla de Arosa. Aquí visitaremos Area da Secada, una playa perfecta para desconectar, con bandera azul. Un lugar muy bonito para disfrutar de su maravilloso Pinar y tranquilas aguas. Ofrece muy buenos servicios, como zona de socorrismo, duchas, aseos, tumbonas y un chiringuito. Lo peor es que la playa no tiene espacio suficiente para andar, pero una de sus ventajas es que los niños se lo pasan genial entre las rocas, pescando cangrejos.

Area da Secada es ideal para ponerse al reparo del viento cuando este azota en verano... Y lo sabes.

Nuestra ruta por las mejores playas continúa en Faro de Punta Cabalo en la misma isla de Arousa, una zona perfecta para disfrutar de la puesta de sol sobre el mar. Es un agradable paseo desde el puerto, soleado al principio pero luego bajo la umbría del bosque. Puedes caminar por un camino de tierra y luego por una plataforma de tablas. Ofrece bonitas vistas y playas con pocas personas que invitan al baño y al descanso. Lo mejor de este faro son sus vistas y gana  al amanecer y al atardecer.

Por otro lado, la playa Sualaxe está situada a la izquierda del Faro Punta Cabalo, una playa tranquila y pequeñita que para disfrutarla es mejor ir muy temprano. Cuando sube la marea, se queda casi sin arena. Puedes subir hacia las rocas, donde la puesta de sol es espectacular.

PLAYAS SALVAJES

La playa de Nerga será nuestra primera parada. Esta destaca especialmente por el complejo dunar y por sus aguas tranquilas y se considera una de las mejores playas de la ría de Vigo. En silencio en la orilla del mar, sentaos junto a alguna de las rocas o de las coloridas barcas de pescadores que reposan en la arena, dejaos llevar por el sonido hipnótico del batir de las olas cerca de vosotros.

Una de las playas más salvajes de Galicia es la Playa de Barra, una playa natural y virgen a la que se accede por caminos sin asfaltar. Después de atravesar el camino de tierra nuestro destino es la playa nudista más conocida de las Rías Baixas, que cuenta con una extensión de más de un kilómetro. Su arena fina, sus aguas limpias y cristalinas, y el sonido de las olas harán que desaparezca el estrés mientras descansas en este paraíso veraniego. Es una playa con mucho viento pero ideal para bañarse con un oleaje moderado.

La playa de Melide en Cangas de Morrazo, Pontevedra, es una de las playas salvajes más conocidas. Muchos afirman que todo el mundo que la visita se queda con ganas de volver. La playa de Melide está rodeada de un paraje natural único y con gran cantidad de vegetación. Se considera Espacio Natural Protegido y comprende un terreno de gran importancia ecológica. También recibió el galardón de Bandera azul, una playa muy limpia y de calidad con carácter salvaje que también ofrece algunos servicios como duchas y socorristas que vigilan a los bañistas. Es una de las preferidas para hacer surf y actividades acuáticas. ¿A qué esperas para visitarla?

CALAS ESCONDIDAS EN GALICIA

O Castrillón  es una de las calas más bellas y ocultas de Laxe. Si la visitas sentirás una tranquilidad total en medio de la naturaleza. Una cala escondida y llena de magia, una cala imprescindible.

Vale la pena  ir a la playa de los Cristales, un depósito natural donde el mar convirtió un vertedero de pequeños vidrios en un suelo colorido pulido de cristal y conchas. Esta magnífica transformación dotó al paraje de una extraordinaria belleza. Es una de las playas que más llama la atención por este suelo especial lleno de colores que convierte la zona en un lugar asombroso. En Laxe tiraron botellas al mar, y éste les devolvió arena de colores.

La cala de Rosella de Valdoviño es una pequeña playa virgen con arena dorada, rocas y un oleaje fuerte. Es una escapada ideal, pero hay que tener en cuenta que hay que acudir a visitarla cuando hay marea baja. Rosella se sitúa a los pies de un bonito acantilado en un territorio protegido. Además, es una de las calas escondidas de Galicia debido a su difícil acceso, si la descubres podrás disfrutar de la paz que transmite y del agradable sonido del mar en calma.

También en Valdoñino destaca la playa de Pantín, muy conocida por los amantes del surf y el bodyboard. Su gran punto positivo es su espacio. Al contrario que en algunas playas del sur, en Pantín no tendrás problemas para encontrar sitio y poder expandir tu toalla. Su impresionante oleaje es un espectáculo, sobre todo cuando el mar está enfurecido, pero también cuando el mar está en calma. La playa de Patín nos muestra el poder de la naturaleza en sus impactantes acantilados y rocas erosionadas y moldeadas por el mar.

En Fisterra encontramos la playa de Talón, con una extensión de 100 metros de largo y 25 de ancho. Se diferencia de otras calas por su preciosa arena blanca y es conocida por ser la Playa abrigada de los vientos del norte. Está situada cerca de la playa de Langosteira y suele servir de refugio para algunos barcos en temporada de verano. Al estar aislada, no suele estar ocupada y su difícil acceso lo complica. Aun así, su entorno resguardado y a los pies de un acantilado ofrece un lugar tranquilo y que merece la pena visitar.

El municipio de Narón posee tres pequeñas y hermosas playas: Hortina, Casal y Lopesa. Suelen ser visitadas por pescadores, pero desconocidas por muchos. La mejor forma de llegar a ellas es realizar una ruta por los bosques, la vegetación y los acantilados, y trazar un recorrido hasta localizarlas. Son perfectas para los amantes del senderismo y las playas salvajes. En concreto, la playa Lopesa destaca por estar situada a los pies de un islote que desaparece totalmente cuando hay marea alta y por su ambiente espectacular.

La cala de Lagoelas se encuentra en Cangas y es una de las playas idílicas más concurridas de las Rías Baixas. Es un lugar encantador de arena fina y blanca, perfecto para conocer la provincia de Pontevedra. Es una de las mejores calas que se ocultan en las playas españolas, considerada un lugar paradisíaco de aguas frescas. Se encuentra al lado de la playa Menduiña, rodeada de vegetación y bautizada como cala Hawai por sus especial aspecto y sus impresionantes características.

Otra de las calas más bellas de la Costa da Morte es la playa de Gures, una pequeña cala situada en Cee. Es una zona rodeada de montaña, de aguas tranquilas y cristalinas. La playa virgen de arena blanca tiene forma de concha y, para sorpresa de muchos, el agua tiene una temperatura ideal. Debido a su difícil acceso no suele estar muy masificada. Se accede a ella por un camino de piedras de 3 minutos de bajada y con preciosas vistas que harán que disfrutes al máximo de una de las mejores calas de Galicia. 

Ubicada cerca del castillo de San Felipe está la cala Ribeira de San Cristovo, cercana a la batería de San Cristovo o San Cristóbal. Se accede a ella por los pequeños senderos de pescadores, llenos de vegetación, donde podemos caminar disfrutando del paisaje. Es un lugar tranquilo, de aguas cristalinas y arenas doradas. Ribeira de San Cristovo es una cala perfecta para enriquecerse de la costa gallega, para acudir en compañía y admirar el paisaje del mar rodeado de vegetación.