Entrevista Esteban Crespo

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Esteban Crespo, director y guionista español, nos habla de su exitosa película Black Beach, un thriller político nominado a los Goya y disponible en Netflix

ENTREVISTAMOS A ESTEBAN CRESPO

ESTHER ABETE - REDACTORA GUÍA OCIO MADRID

ESTHER ABETE- REDACTORA GUÍA OCIO MADRID

¿Cómo surgió la idea de Black Beach?

He vivido dos ocasiones en África, una vez en Guinea Ecuatorial y otra en Namibia. África negra me encanta y he estado haciendo documentales por Namibia, Botsuana, Zimbabue, Zambia, Malawi... Toda esa zona me apasiona.

Había escrito un guion previo en el que contaba una historia similar a esta, pero desde Madrid. Trataba un tema político de lucha en el exilio de un país africano y había un español que se involucraba en él. Hablando con los productores, querían hacer una película que fuera grande y que tuviera que ver con el corto que me dio a conocer, "Aquel no era yo", que también se ambientó en África, pero se rodó en Toledo. Entonces me junté con David Moreno, el coguionista, y empezamos a trabajar en esta historia.

¿Te has basado en algún país actual para reflejarlo en la película?

Black Beach es algo que existe en Guinea Ecuatorial. Nosotros no mencionamos Guinea porque al final es una historia que nos inventamos, pero evidentemente Guinea es el único país de África donde se habla castellano. Digamos que la película está claramente inspirada en Guinea Ecuatorial, pero es una historia inventada.

¿Cómo te sientes ante el éxito cosechado por Black Beach en Netflix y ante las nominaciones a los Goya?

Todo el equipo y yo estamos contentísimos, no esperábamos tanto. Con la pandemia, la película se estrenó en malas condiciones y en las salas de cine no había funcionado demasiado bien. Teníamos la sensación de que la película no se había visto. De repente, nos dieron 6 nominaciones a los Goya, que me hacen especialmente feliz porque hay mucha gente que ha crecido conmigo. Por ejemplo, el director de fotografía ha hecho todo en mis cortos y hemos crecido juntos; hizo mi primera película y Black Beach, que es mi segunda. Es su primera nominación y me llena de orgullo. También es la primera nominación de Montse Sanz que es la directora de arte y que también hizo mi primera película. En la música destaca Arturo Cardelús que es íntimo amigo de hace muchísimos años. Por lo tanto, hay muchas nominaciones que me han hecho muy feliz.

El colofón ha sido el éxito en Netflix, hemos estado varios días terceros en el mundo. Es muchísima gente viendo esta película. Es lo que se busca, que la gente la vea. Luego les puede gustar más o menos, pero lo importante es que se vea.

Con la situación actual, ¿cómo habéis vivido el estreno en estos tiempos de Covid-19?

El estreno ha sido muy descafeinado. En condiciones normales esta era una película para la que se había pensado un lanzamiento bastante importante con una inversión importante en publicidad. Dada las circunstancias esa inversión no se hizo, con lo cual el público no sabe que existe la película y que le puede apetecer verla. En condiciones normales también habríamos hecho un estreno en el que hubiera ido la industria. Nuestra noche en la Gran Vía que siempre nos encanta tampoco la tuvimos. Se echa de menos todo eso, pero nos ha pasado a nosotros como a todo el mundo.

Hemos tenido la suerte que después de ese estreno muy regular, han venido las nominaciones a los Goya y el éxito de Netflix, lo que ha hecho que la película se dé a conocer.

¿Cómo ha sido el trabajo con el equipo y los actores de Black Beach?

Se trabaja de manera muy distinta. Del equipo conocía a casi todos, por lo que ya había compenetración, algo muy importante. Esta película, aunque parezca que es muy grande, se ha rodado en muy poco tiempo. El equipo tenía que estar muy bien engrasado para poder estar continuamente rodando y obteniendo material para la sala de montaje.

Ha sido una experiencia maravillosa porque la mayoría nunca había estado en África, con lo cual todo el mundo ha quedado muy tocado. África negra te entra en las venas, te enamora y no te la puedes sacar. También hay personas a las que no le gusta nada. Es un sitio donde hay mucho contraste, te afecta.

Lo hemos disfrutado mucho. A nivel equipo artístico he trabajado con gente tan top y tan inteligente como es Raúl Arévalo, Candela Peña o Paulina García, gente número uno que se ponen a tu disposición y que todo lo que hace es aportar.

¿Cuánto tiempo duró el rodaje? ¿Fue un proceso muy duro?

Duró 7 semanas y media. Es mucho más duro en tan poco tiempo, pero a la vez el recuerdo que tenemos es maravilloso. Cuando termina bien, bien está. Fue durísimo, pero éramos un equipo muy cohesionado y muy a favor de obra sabiendo que estábamos haciendo algo que nos gustaba. Nos encontramos con miles de problemas, problemas con el tiempo, con la aduana o con traslados porque rodamos en África.

Rodamos también en Canarias y en Toledo, donde montamos el poblado para la escena en la que se choca el coche. El ejército nos dejó un campo de tiro donde construimos el poblado africano. Hay un trabajo detrás muy grande. La directora de arte ha hecho un trabajo increíble. En la persecución cada plano está rodado en un sitio distinto y esta es la labor de arte. Es un conjunto, pero el trabajo de arte ha sido muy bueno.

¿Recuerdas alguna anécdota a destacar que ocurriera durante el rodaje o el montaje de la película?

Anécdotas hay miles. Estuvimos en un pueblo muy complicado metido en el interior de África, había dos pequeños hostales donde nos alojamos. La gente se vacunó de malaria para África, estaba preocupara por temas digestivos, todo el mundo iba un poco con miedo. Al final, el mayor peligro que hemos pasado ha sido en Toledo, por las chinches. Tuvieron que pasar por el hospital unas catorce personas del equipo. Además, en Toledo la temperatura superaba los 40 grados.

En dos escenas de la película sale la camiseta del equipo de fútbol Atlético de Madrid ¿Tiene un significado especial?

Por guion necesitábamos algo que el espectador pudiera entender para crear una conexión entre el personaje de Calixto y Mamá Claudina. La gracia de esto es que yo soy del Real Madrid, pero una camiseta blanca no llama tanto la atención. Tengo dos hijos mayores que me han salido del Atlético de Madrid, así que les he hecho un guiño. El Atlético de Madrid se portó muy bien, nos cedió los derechos de la camiseta y la camiseta es del jugador Koke.

Además, en África el fútbol une mucho y a la gente le apasiona. Están continuamente informados, ven partidos de la liga y son forofos de los equipos.

¿Cambió mucho el guion inicial hasta conseguir el guion definitivo de la película?

Al final la historia cambia mucho porque hay muchos condicionantes. Primero hay distintas versiones de guion en el que los guionistas van trabajando y haciendo la mejor historia posible, pero después también ese guion se tiene que adecuar a un presupuesto y a unas circunstancias. Muchas veces cuando empiezas a ensayar o vas a los sitios a ver las localizaciones hay cosas que te encuentras que son más interesantes.

También hubo un gran cambio porque en el último momento tuvimos un problema de presupuestos y hubo que quitar una semana entera de rodaje, con lo cual había que empezar a tachar y a dar sentido a todo de otra forma. Muchas veces es para bien. En esta película yo creo que fue para bien el quitar paja e ir a lo esencial.

Lo bonito de este trabajo es que es un trabajo conjunto. Hay un montón de gente pensando, cada uno de los profesionales que hacen que la película sea mejor. Al final tu labor como director es juntar a todos, dar unas directrices y son los demás los que te van aportando cosas que enriquecen las historias.

¿Cuándo supiste que querías dedicarte al mundo del cine?

En mi caso es un poco especial porque soy de una generación que hice COU antes de pasar a la universidad. Yo me debatía entre hacer cine o hacer arquitectura. Decidí hacer Arquitectura de Interiores y cuando estaba terminando el proyecto de fin de carrera hice un corto con amigos. En ese corto me di cuenta que eso me gustaba más, pero la arquitectura también me gustaba y se me daba bien.

Empecé a trabajar y entré en un sitio donde me sentía bien. Hasta que llegó un momento que o paraba a intentar hacer lo que quería o me iba a arrepentir, eso fue lo que pasó. Tuve la suerte de dejarlo y me salieron unos documentales en África. Fui pasando de una cosa a otra, haciendo cortos, hasta que he conseguido hacer un par de películas.

¿Qué película consideras que debería ver todo el mundo? Háblanos de alguna película que recomiendes o que te inspire especialmente

Me encantan películas como Lawrence de Arabia, In the mood for love de Wong Kar-wai o Toro salvaje de Scorsese. Por ejemplo, a nivel director me gusta muchísimo Ozu y, por supuesto, Berlanga me vuelve loco.

¿Estás trabajando en algún nuevo proyecto?

Ahora mismo estoy trabajando en una película que se va a llamar Pentimento, un thriller dramático centrado en el mundo del arte. También estoy hablando con gente para hacer una serie, que todavía no se ha firmado, pero podría ser lo primero que haga después.

En mi profesión tienes que tener muchos proyectos porque nunca sabes cuál va a salir. Estás trabajando continuamente, es un no parar. Puedes estar trabajando ahora en un guion y que ese guion no salga hasta dentro de diez años. Lo curioso de eso es que las cosas van saliendo.

¿Qué le dirías a los espectadores para animarlos a ver Black Beach?

Black Beach es una película que te puede gustar o no , pero que engancha seguro. Es una película dinámica, que te agarra y mantiene la tensión hasta el final. No tiene altibajos. Creo que es una película que te hace sentir cosas, a parte de que es muy entretenida.