Subir al Teide
No se puede visitar Tenerife y no subir al Teide, es una visita de obligado cumplimiento. El Teide, es un volcán , que con sus más de 3.700 metros de altura, se erige como el pico más alto de España, ubicado en pleno centro de la isla. En los años 50, el área que lo rodea fue declarada Parque Nacional, y es que, en total, unos 190km2 conforman el Parque Nacional del Teide, donde se incluyen otros lugares de interés turístico como el Pico Viejo, los Roques de García, el Alto de Guajara, la Montaña Blanca o el Observatorio del Teide. Además, desde el año 2007 forma parte del Patrimonio de la Humanidad, lo que lo convierte en uno de los atractivos turísticos más visitados de toda la isla.
Hay muchas formas y estilos para subir el Teide, incluso hay diferentes altitudes a las que puedes llegar, algo que debe tenerse en cuenta para planear este viaje. Y es que subir literalmente a lo más alto, ala cima, no es tan sencillo como parece, ya que se requiere de un permiso especial que hay que solicitar con bastante antelación, y, por lo tanto, debes ser muy previsor para poder permitirte ese gran lujo.
La forma más sencilla y barata para visitar el Teide es llegar en coche o autobús (guagua para ellos) hasta la base del volcán, donde dispondrás de una estación de teleférico. Desde allí podrás descubrir unas vistas del entorno espectaculares, aunque recordemos que sigues en la base. Si no se toma el teleférico, por la zona hay poco más que hacer que acercarse a los Roques de García, ubicados cerca de allí. Es por ello que la opción más popular para visitar el Teide es subir en teleférico: ese teleférico os llevara de la Estación Base a la Estación superior, ubicada a más de 3.500 metros de altitud y en algo menos de 10 minutos. Solo por experimentar la subida ya merecería la pena la experiencia, pero aún puedes disfrutar más cosas.
Aunque las vistas, estés donde estés, son espectaculares, desde arriba se disfrutan aún mejor y, además, no tienes porque quedarte estático mirando a tu alrededor: se ofrecen 3 rutas distintas según tu capacidad física y tu interés por el propio Teide.
Todas las rutas son catalogadas en nivel bajo, medio o alto según su dificultad, altitud, camino y nivel de oxígeno.
Explorar la Cueva del Viento
Imposible no reconocer el nombre de estas Cuevas, famosas prácticamente en toda España por su espectacularidad y su originalidad nata. A 3km de Icod de los Vinos encontramos la Cueva del Viento. Su nombre proviene de las increíbles corrientes de aire que hay en su interior como producto del laberinto de piedra volcánica que compone toda la cueva: unna cavidad volcánica con forma de tubo creada por las lavas procedentes de las primeras erupciones del volcán Pico Viejo hace más de 20.000 años. Aunque de manera visible solo hay 200 metros, en los que podrás admirar el lugar y los restos fósiles de vertebrados ya extintos, las galerías exploradas se extienden 18km bajo tierra (aunque una gran parte aún está por descubrir), y ha sido galardonado como 5º tubo volcánico del mundo.
Las visitas a este lugar deben hacerse con mucho cuidado y en grupos reducidos y guiados por profesionales. Para poder acceder a ello debes comprar las entradas online, que te permiten disfrutar de la actividad que incluye una proyección, un guía especialista, cascos y protección varia, linternas y un pequeño paseo por el bosque. En total estaréis unas dos horas.
Adentrarse en el Barranco de la Masca
El descenso del Barranco de Masca es una de las excursiones y rutas de senderismo más populares de Tenerife. Es una ruta bastante sencilla de unas 3 horas y casi 5km desde el caserío de Masca hasta la playa de Masca, recorriendo mientras tanto un barranco con enormes paredes verticales de roca. Deberás informarte de todas las posibles opciones para realizar la ruta. Si eres muy aventurero, te recomendamos que hagas la ruta de ida y vuelta; pero si solo quieres subir y vivir la experiencia de ida, lo mejor es dejar el coche en Los Gigantes, ir a Masca, y tomar un barco para volver a Los Gigantes: ambas opciones son igual de válidas y bonitas, solo tú podrás elegir cuál prefieres.
Contemplar Los Gigantes
Pero lo que sí que te recomendamos es que ya que os adentráis en el Barranco de Masca, aprovechéis para visitar los acantilados de Los Gigantes, que pertenece al Parque Rural de Teno, considerada un importante hábitat natural para las aves que anidan en sus paredes. Tienes varias opciones para verlo: desde la propia localidad, en el regreso por mar desde Masca, en barco, kayak o lancha… Son unos acantilados de hasta 600 metros de altura que te dejaran sin capacidad de hablar: los acantilados se rompen en pequeños senderos que llevan hasta playas de arena a través de las cuales se accede a Los Gigantes. Su parte submarina también es una gran atracción para los aficionados a la pesca y el submarinismo. Igualmente, es un buen lugar para avistar delfines en libertad, otra de las actividades que mencionaremos más adelante.
Llegar hasta la Punta de Teno
La Punta de Teno es el punto más occidental de la isla de Tenerife. Y es que incluso la llegada a la Punta es un auténtico espectáculo, su carretera serpentea por acantilados rocosas espectaculares. Es importante consultar con anterioridad las restricciones de tráfico, ya que en determinadas fechas y horas la carretera se cierra a vehículos particulares y la única forma de acceder es a través de buses. Aunque también puede darse el caso de que algunos tramos de la carretera se encuentren cerrados, ya que su carretera está bastante expuesta y suele haber algunos desprendimientos que obligan a cortar la carretera por seguridad. En el tramo final de la visita, en el límite de la punta, encontramos un faro que, de momento, y desgraciadamente, no se puede visitar, pero de todas formas podrás obtener otro punto de vista distintos de Los Gigantes. Además, si eliges y consigues calcular correctamente las horas, podrás disfrutar de uno de los atardeceres más llamativos de Tenerife.
Recorrer el Barranco del Infierno
El Barranco del Infierno es un camino bastante sencillo si os gusta el senderismo. Se encuentra en la Reserva Natural Especial del Barranco del Infierno, en el municipio de Adeje, y se puede completar perfectamente en 3 horas, ya que su desnivel máximo es de unos 200 metros. Durante toda la ruta podrás encontrar miradores con magníficas vistas y acabarás en una pequeña cascada. De manera habitual (aunque actualmente por la situación epidemiológica puede verse reducido) el acceso está restringido a unas 300 personas al día, por lo que es totalmente necesaria la reserva previa, además de necesitar calcular muy bien la hora de llegada para que te dé tiempo a visitarlo, porque sus horarios son algo peculiares.
Relajarse en Garachico
Es una de las zonas más peculiares de toda la Isla, y es que en todo Tenerife hay varias piscinas naturales (o charcos), aunque las de Garachico son las más famosas. Los charcos son formaciones rocosas en la costa que permiten la entrada del agua del mar y hacen las veces de pequeñas piscinas naturales en las que te puedes bañar con total tranquilidad. Su acceso es gratuito, así que ya no tienes excusa para disfrutar de un increíble baño. Además, después de darte un chapuzón puedes dar un paseo por las calles adoquinadas del propio Garachico, disfrutando de la calma del mar y de su gastronomía.
Descubrir Benijo
La playa de Benijo es de origen volcánico y destaca por su característico color negro. Desde allí podrás avistar los Roques de Anaga, por lo que ya, solo con esto, merece la pena su visita. Si te apasiona la fotografía, es uno de los imprescindibles de la isla, sobre todo cuando el cielo está algo nublado y puedes disfrutar de la luz tan particular del atardecer proyectada en esas aguas oscuras. En el caso de que vengas buscando un turismo más naturalista, debes saber que esta playa cuenta también con una zona nudista, además de estar rodeada por una pista forestal conocida como Pista el Draguillo, que es paralela a la costa y permite disfrutar de un paisaje (también fotografiable) con calma.
Explorar el fondo marino y su fauna
Ver ballenas y delfines es una actividad más que recomendable por la experiencia que supone ver a estos animales en su hábitat natural. Aunque también puedes descubrir su zona a través de veleros. Si visitas Tenerife con niños, es una de las actividades que podemos asegurarte al 100% que les encantará. Además, como los fondos marinos que rodean la isla son un auténtico tesoro, te recomendamos el esnórquel y el buceo, no importa si no tienes experiencia, porque siempre puedes contratar un tour con un instructor que te guíe y así conseguir ver las tortugas marinas, estrellas de mar y otras criaturas que se esconden entre las rocas, pero recuerda que estas en su hábitat y no debes molestarlas ni sacarlas de su zona para verlas, respétalas. Pero, si te da un poco de apuro empezar con el submarinismo, deberías probar con el surf o el kitesurf, ya que las olas y el viento son una seña de identidad de Tenerife, por lo que podrás practicarlos en cualquier época del año.
Visitar Santa Cruz de Tenerife
Santa Cruz de Tenerife es la capital de la isla desde 1833 y la ciudad más grande de todo Tenerife. Caminar por las calles de su centro histórico y pasear por la Rambla te hará descubrir y conocer el carácter tan especial que tiene la ciudad. Te recomendamos dar una vuelta por los puestos del Mercado de Nuestra Señora de África o ver el auditorio Adán Martín, pero también podrás ver los castillos y torres construidas para resistir los saqueos de los piratas, así como toda su arquitectura neoclásica, que aporta una gran personalidad a la ciudad. Y es que, aunque conserva una parte esencial de su historia, muchas personas consideran la capital como un viaje al futuro para la isla, ya que las dos construcciones de Calatrava, el auditorio y el Centro Internacional de Ferias y Congresos, dan una visión muy futurista a la capital.
Los Carnavales
Si tienes la fortuna de visitar Tenerife en la época de carnavales y eres un entusiasta de la fiesta tradicional, no puedes perdértelos. El Carnaval de Tenerife es el segundo carnaval más conocido del mundo después del que se celebra en la famosa Río de Janeiro, además en 1980 fue declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional y Patrimonio de la Humanidad. Toda su esencia, desde la elección de la Reina del Carnaval, pasando por los disfraces y su música, se convierte en una experiencia que debes vivir una vez en la vida. Y es que, si eres de las personas que siempre viven el Carnaval desde el televisor de su casa, podemos asegurarte que la experiencia se vive 20 veces más fuerte si estás in situ. Aunque es cierto que debido a la situación pandémica de este año se prevé que no lleguen a celebrarse, seguro que en los años venideros la fiesta será aún mayor para recuperar el tiempo perdido.
Ir al Siam Park
El Siam Park es un parque acuático ambientado en Thailandia por lo que su aspecto colorido y exótico es lo primero que entra por los ojos. Sus piscinas y toboganes son un lugar ideal para que te diviertas y te refresques si estás buscando un plan ideal para visitar la isla con niños. Es un plan infalible que les encantará, tanto a ellos como a los adultos. Además, es en este mismo parque en el que se encuentra la piscina de olas más grande del mundo, hecha para todos los públicos que decidan pasarse por ella, además, ofrece todo tipo de seguridades para que los niños no corran ningún tipo de peligro dentro de la propia piscina y en todas las actividades y atracciones colindantes. El Siam Park ha sido considerado el número 1 del mundo como mejor parque acuático del mundo, por séptimo año consecutivo, aunque actualmente se encuentra cerrado debido a la situación epidemiológica. El Parque Acuático se sitúa en Costa Adeje, una zona muy entretenida para pasear y pasarlo bien en cualquier momento, además de poder seguir disfrutando de sus vinos y su gastronomía propia.
Pasear por el casco histórico de La Laguna
San Cristóbal de la Laguna fue la antigua capital de Tenerife y capital de facto de toda Canarias hasta 1833. El pasado de esta localidad, cuna de la ilustración y la aristocracia canaria durante siglos, aun es fácilmente reconocible en sus calles y edificios que se conservan en muy buen estado desde el siglo XV, ya que es la primera ciudad sin murallas de la que se conserva su trazado original. Su casco histórico fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1999 como ejemplo único de ciudad colonial inspirador de grandes urbes latinoamericanas como Lima. Es una ciudad perfecta para ir de compras y probar los mejores platos típicos de las islas. Sus palacios con balcones de madera y las iglesias de piedra volcánica junto con la niebla típica de las islas a causa de la humedad, le dan un aire misterioso que suele encantar a todo el mundo que la visita.