Cómo todas las mañanas, Kristoff visita a Sven en su cuadra, para darle los buenos días y su desayuno. Pero, cual es su sorpresa, que al llegar, lo único que encontraron fue la puerta de la cuadra de Sven totalmente abierta. No había rastro de dónde podía haber ido, pero tampoco estaba su arnés, lo que indicaba que no había escapado solo.
Kristoff salió corriendo a la parte exterior: era vital encontrar dónde había ido Sven y con quién, así que decidió coger algunas chucherías que solían gustarle e ir directamente a sus lugares favoritos.
Pero...