Desde el 15 de septiembre su disco Ruibal ya está a la venta en vuestra página web losuyo.es
¿Cómo ha sido la acogida del disco? ¿Es lo que se esperaba?
Sí, yo esperaba que cayera bien y está cayendo muy bien; lo mejor es que está sorprendiendo.
No hay cosa peor que cuando lo que hay es una continuidad y no hay novedades. Por lo que voy recibiendo, todo el mundo me dice que hay cosas muchas novedosas y que tiene un sello latente, un sentido del humor alto, al mismo tiempo que emotividad, que era lo que yo buscaba.
Es una propuesta diferente que también incluye un libro. ¿Cómo surgió la idea?
Era algo que quería hacer hace tiempo, pero no me animaba. Esta vez era una muy buena ocasión porque durante el confinamiento me dió tiempo a escribir los relatos. Era un deseo largamente acariciado, pero nunca me había atrevido y ahora lo he hecho.
¿Compuso los relatos después de tener la idea o surgieron al mismo tiempo?
La primera idea era hacer canciones. Después pensé que era una buena oportunidad para acompañar cada canción con un relato que tuviera cierta relación, pero no fuera exactamente la misma historia. De tal manera, que el disco fuera un libro que mereciera la pena tener entre las manos, dándole un cierto valor sentimental para ese público que lo recibe. No quería que fuera simple streaming y se quedara en un simple clic informático para escuchar la canción en la red, si no
que tuviera los viejos aromas que tenían los discos.
Precisamente llama mucho la atención que el disco no esté en ninguna plataforma de streaming. ¿Se debe a esto?
Yo tengo una discográfica independiente y pequeñita que cuesta la vida sostenerla y en la que cada disco amortiza el siguiente. Cuando amortizamos el disco, entonces lo subimos a Spotify.
Considero que si el porcentaje fuera justo, que si cuando uno lo escucha nos hicieran percibir un beneficio razonable, yo lo haría. Me he gastado lo que me dio el disco anterior en este y necesito fondos para hacer el próximo. Cuando lo amortice lo subiré.
No creo que en mi caso el streaming me vaya a proporcionar oyentes que no me conozcan. Eso no ocurre en casos como el mío, con 40 años de experiencia.
¿Cómo definiría el disco para todos los que están dudando si comprarlo o no?
Que no lo duden (se ríe). En esto de la creación musical hay varias maneras de enfocarlo: la mía particularmente es de la esmerarme en no repetirme y en buscar músicas acogedoras para el que oye, pero que no sean superficiales, sino que trasciendan y duren mucho tiempo , para que merezca la pena oírlas muchas veces.
Las letras las cuido al máximo con todo el respeto que implica formar parte de un país donde ha habido tantos excelentísimos poetas a lo largo de toda la historia. En el caso de los relatos, he recibido el beneplácito de algunos escritores amigos, si no, no lo hubiera hecho. Merece la pena por los meros relatos.
Además, tiene formato de libro y lleva 13 acuarelas originales de Sonia Alonso y fotografías de Pepa Niebla. Mejor no lo puedo envolver. Lo que importa es el contenido. La música y la letra y los textos. He entregado mucho y espero que el que lo reciba lo valore tal cual.
Este año publicó un libro de poemas, Coraza de barrio, parece que le está cogiendo el tranquillo a esto de la escritura. ¿Qué diferencia hay para usted entre componer canciones y escribir poesía?
La poesía es una mirada hacia dentro y la canción es una propuesta hacía fuera. La poesía busca un encuentro con uno mismo y la canción un encuentro con los demás. La poesía puede ser áspera y puede sacar de nosotros los rincones más oscuros; en la canción no lo hacemos por el bien del oyente y de uno mismo. Uno busca algo amable para que les acompañe y les guste.
Son diferentes maneras de concebir el hecho creativo.
En Coraza de Barrio
hay mucho verso libre, también hay décimas, algunos haikus, pero en la canción la métrica y la rítmica te marca unas pautas y con eso hay que cumplir. La poesía es más libre.
¿Ha sido difícil dar el paso de la canción a la poesía?
Sí. Yo me lo pienso todo mucho , ya ves que el primer poemario lo he escrito con 64 años. Pienso mucho las cosas sobre todo por respeto y pudor. Andar metiéndose en las disciplinas que no son de uno, hay que trabajarlo y sopesarlo mucho. No hay que jugar haciendo trampas. Por el mero hecho de que como soy cantante y se me conoce puedo publicar un libro de poemas si me da la gana.
Quiero que la gana me venga de la necesidad de que si escribo algo, aporto algo a la poesía española.
Hemos visto hasta ahora varios videoclips en YouTube como Soy ese que cantaba o Baile de máscaras , ¿podemos esperar más?
Va a ver otro de Astronomía.
Saldrá dentro de poco. Vamos despacio, sin crear expectación, pero buscando darle al público estímulos para que se acerque a este nuevo disco. Quizás antes de que pongamos en streaming el disco es probable que vayamos haciendo vídeos. Porque la visualización sí acerca mucho y si gusta un video se ve muchas veces y se recomienda muchas veces. Además, si está hecho por profesionales pues uno se presta a ello. Si no cantaría las canciones en mi casa con la guitarra, pero no se trata de eso. Se trata de algo superior.
El videoclip de 'Física Cuántica' es el que más sorprende sin duda. Una propuesta preciosa.
Me alegran estas palabras porque en el terreno de planos e iluminación yo no entiendo. Pero Javi, mi hijo, sí. Él es el productor de este disco y además toca conmigo en el vídeo. Él ha estudiado las disciplinas y de alguna manera codirige con los que filman. Todo es responsabilidad de él. Yo me responsabilizo de la letra y la música.
Lo que sí tiene la canción es que es muy especial, distinta. Es de amor, pero con un punto de diversión y de jugar con términos muy pocos románticos. A mí me gusta argumentar que todo son descargas electromagnéticas. Nosotros lo elevamos al amor, pero, sin empatía visual, es difícil que el amor surja.
Lo que más me sorprende es que todo el disco fue compuesto en los meses de cuarentena. A muchos este tiempo les anuló la inspiración, y para usted todo lo contrario. En vez de retrasarle, parece que le dió alas. ¿Cómo fue la composición en los días de confinamiento?
Los primeros días empecé tirado por los rincones, con mucha tristeza y solo en mi piso de Madrid. Empecé a escribir poemas y me resultaban demasiado depresivos, no me gustaba nada. Sombras ya teníamos demasiadas.
Me puse con dos canciones que estaban bocetadas, Yo soy africano
y Astronomía. Y tras hacer el primer concierto en streaming me di cuenta que la salida iba a ser dificultosa con poco público y escribí Ese que te cantaba
pidiéndole a la gente que comprara una entrada y viniera a los conciertos.
Esa fue la primera que acabé, seguí con las demás y unas fueran tirando de las otras. De
Astronomía
salió
Física Cuántica.
Y todo fue andando por mi piso, escrito en el móvil, que es lo menos poético del mundo (se ríe). Andando por la casa, 18 pasos era el máximo de distancia, yo estaba componiendo, rimando y buscándome las vueltas.
Me di cuenta de que me estimulaba mucho eso. Físicamente estaba muy bien, adelgacé hice ejercicio y la cabeza también la tenía muy bien.
Tenía miedo de sentarme a hacer música porque no iba a hacer más ejercicio y, efectivamente, así fue. Me puse a hacer música y solo volví a agacharme para atarme los cordones.
Ha sido un proceso muy interesante para mí. Jamás me pude imaginar que yo pudiera ser capaz en un estado de ánimo circundante tan depresivo sacar el máximo del buen humor que uno puede conservar en esas circunstancias.
Yo creo que el disco tiene pinceladas de humor sin dar a entender que uno no se ha enterado de lo que pasaba fuera. Canciones como Baile de máscaras
y Amor en la red que testifican el dolor universal que hemos sentido.
Pero eso ya es agua pasada. Este verano no ha parado de dar conciertos. ¿Cómo se siente al volver a escenarios en estos tiempos? ¿Es la vista muy diferente desde ahí arriba?
Tenía un nudo en la garganta tremendo. Primero porque el publico asistía con mascarilla y eso de entrada te pone en una situación muy extraña de ciencia ficción. Tenía también mucha emotividad. Conseguí vencerla y me di cuenta que detrás de las mascarillas estaba la misma efusividad de antes y las mismas personas que pedían que cantara y que coreaban incluso con más entusiasmo que antes.
Creo que en ese sentido necesitamos poner en valor el ímpetu que teníamos hasta el día antes del confinamiento, que no se pierda,
porque ya estamos perdiendo el abrazo, que es algo que no tiene precio. Que no perdamos el sentido vitalista y que salgamos a la calle a seguir existiendo, que no es poco.
Todo lo que sea sucumbir al pánico o al miedo es contrario a nuestra condición de especie.
Estos meses ha planeado una extensa gira por toda España. ¿Lo considera un privilegio en esa situación?
Totalmente. Yo cruzo los dedos todas las mañanas. De entrada, hay algunos que se han suspendido. Por ejemplo, uno en Écija esta semana se ha pospuesto por un rebrote y ha sido lo razonable. Muchos conciertos se cayeron en el confinamiento y otros tienen la misma fecha en el año 2021.
Yo considero un privilegio haberme dedicado toda mi vida a esto.
De un capricho de niño, casi adolescente, decir "yo quiero ser músico y dedicarme toda la vida a esto, disfrutando, teniendo la acogida y la imaginación suficiente". Todos los días agradezco tener un día más para usarlo y vivirlo.
Esto viene a redondear todo lo otro. Siempre pienso que habrá alguno artista que está peor que uno, por lo cual siento empatía por todos. En lugar de creer que soy un divino porque tengo mucho trabajo, yo he tenido la suerte de tenerlo y nada más.
Este jueves 22 de octubre actúa en el Teatro Nuevo Alcalá de Madrid ¿Qué podemos encontrarnos en este concierto? ¿Podemos esperar algún invitado?
Tocaremos el disco entero y algunas canciones muy queridas del publico de discos anteriores.
Vamos Lucía, Javi y yo ; todo el arreglo del disco está concebido para poder hacerlo entre dos. Hay algo de armonía electrónica tocada con un instrumento de percusión electrónico. Entonces, entre la batería la percusión y eso, Javi hace todo el soporte de arreglos y yo hago guitarra y voz y Lucía vendrá a aportar su belleza y su gracia en las canciones más flamencas que las hay en este disco y de disco anteriores.
Tendremos de invitado especial a un guitarrista especialísimo y estupendo de flamenco, José Almarcha,
que vendrá a dar una pincelada de flamenquería en el concierto. Nuestra idea es hacerlo nosotros tres y llevar invitados puntuales para que hagan aportaciones elegantes.
Lo que me llevo a hacerlo así es que este oficio viene de una larga tradición de gente caminante. Primero los juglares, luego titereros... gente que se echaba a los caminos. Tengo una imagen fija en mi cabeza de la película Viaje a ninguna parte
de Fernán Gómez, ese grupo de actores y actrices, andando en una camioneta, de pueblo en pueblo, con su tramoya simple pintada. Ese cuadro es el que yo tengo en la cabeza. La escenografía es muy sencilla,
muy evocadora de esa época, también pintada, a parte de que hay buena iluminación. No hay súper efectos, lo importante es lo que está ocurriendo.
El entorno es el de la vieja tradición del teatro, a mí eso me gusta mucho, tengo muchas ganas de que el mundo lo vea. Es todo muy sencillo pero muy de la vieja escuela.
¿Qué medidas se tomaran para asegurar que todo sea seguro?
La cultura es segura y lo hemos demostrado con creces
cuidamos hasta el último detalle, que esté todo desinfectado y las distancias por supuesto. Quiero pedir por favor a los ministerios que les corresponden que revisen los aforos, porque no puede ser que estemos en aviones y trenes codo con codo con muchas personas durante horas y luego no se pueda estar una hora y media en un teatro aunque sea a la mitad del aforo.
El asunto es al menos un 75% de aforo. Estoy seguro que eso no va a crear mas rebrotes y a nosotros nos ayudaría. Sobre todo a los trabajadores que hacen sonido, iluminación, backline, cartelería...